mi comentario & & & Laura Ororbia & & &
En estos miles de años hemos ensuciado tanto a las palabras que, a continuación de: ¿Quién quiere hablar?, deberíamos agregar FUNDAMENTE LA VERACIDAD DE SUS DICHOS (que,casi siempre son acusaciones); porque correremos el riesgo de que algún presente vocifere: ¿Por qué no te callas?,como hizo el rey, que tenía toda la razón de exigir que no se manche a los representantes de su patria.
Para ser sincera,al concepto de "ensuciar" lo reemplazaría, y le daría una personificación a la "PALABRA", con "prostituir" en la segunda acepción de la Real Academia Española :"Dicho de una persona: Deshonrar, vender su empleo, autoridad, etc., abusando bajamente de ella por interés o por adulación."
Si pudiéramos omitir todas las masacres posteriores, bien podríamos volver a usar la toga.