a J.E.C.
El hombre elige el paso
va cumpliendo su destino
va asegurando a la tierra
en una pequeña mano
su cuerpo abuelo de hombre
juego a juego va rezando
Que a la ropa se la ensucie
que le opaque los zapatos
yo quiero dejarle al niño
un puñadito de tierra
que se le embarren las manos
que levante su guarida
que amase pan de ese barro
que junte leña de aromas
que con trozos de madera
pueda construir un carro
Que la abrace si hay tormenta
que la baile si hay regalo
que si la cosecha es buena
pueda ofrecer más trabajo
que aprenda a administrar
la lluvia en lo que ha ganado
que no se deje llevar
que ponga fuerza en el tranco
si fueren las cosas mal
Ahora que la casa va quedando grande
no sé si podré salvarme
de haberme exigido tanto
del reclamo de los huesos
del lomo que se ha encorvado
No sé si podré salvarme
del destino de los viejos
parece más importante
sembrar en manos del niño
el gusto por el trabajo
la pasión por el esfuerzo
y el orgullo de haber hecho
grieta y callo en estas manos
para enseñar a las suyas
que este amor y nuestro abrazo
tienen sólidos pilares
que jugando hemos creado
Niño, un puñadito de tierra
dejaré como legado
habrás de sentir que late
como extensión de mis brazos.©
Laura ORORBIA©
& & & Laura Ororbia & & & 30 Agosto 2012.
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5 comentarios:
Hermoso legado, invaluable heredad.
Que bella es la vida cuando se llena de surcos de tierra.
Abrazos, Laura y lindo fin de semana
Hermoso legado, invaluable heredad.
Que bella es la vida cuando se llena de surcos de tierra.
Abrazos, Laura y lindo fin de semana
Bello poema, amiga, pleno de sentimientos, que nos habla de la sabiduria que puede llegar a alcanzar el hombre
Un abrazo
Hola Laura:
Hace unas décadas la condición de abuelo me parecía propia de otras personas. Hoy que lo soy también, y con el orgullo que me producen mis 6 nietos,valoro plenamente todo lo que se escribe y cualquier invocación a la importancia de "mis colegas", sus virtudes, sus defectos, alegrías y tristezas.
Un beso.
Laura, el abuelo como símbolo de protección, de herencia, de legado que sobrevive en las generaciones que le siguen con sus enseñanzas. Iimpartidas al socaire de la experiencia, de los actos, de los gestos, de la vida entera que se recuerda como un libro abierto de incalculable valor humano y emocional.
Un gusto siempre su lectura.
Un abrazo grande
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