Para mi Alma de Aprendiz

LOS VERDADEROS POETAS SON DE REPENTE

NACEN Y DESNACEN EN CUATRO LÍNEAS.

Gonzalo Rojas "80 veces nadie"

viernes, 22 de febrero de 2013

Otoño en el tejado




Te arrojo corazones y palomas
y puntas de alfiler para engancharlos
              a mí no me incomoda la deshora
ni la tarde, lo aturdido o lo sagrado
                yo ataba los males y las sobras
y el destino funesto del cansancio

Te amaba
como se ama al sol de otoño
por las tardes en que asusta
la lluvia en el tejado

Te amaba
y todo me exigías
porque nada de lo mío iba a alcanzarte
            Te amaba como al niño que veía
tan herido, asustado e inconstante.

& &  &  Laura Ororbia  &  &  &                  19 de Febrero de 2013


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8 comentarios:

mariarosa dijo...

A veces amamos más de lo que algunos seres merecen y es nuestra culpa o tal vez no, es una forma de ser, nada más...

mariarosa

Rosa Mª Villalta dijo...

El amor sale sin entenderse, ni se compra ni se vende. Es algo que nace del corazón.
Muchas gracias por tan hermoso escrito.
Besos. Rosa.

Es bueno comunicarnos dijo...

El amor es una condición en la que la felicidad de otra persona es condición imprescindible para su propia felicidad.
Un abrazote

Patty dijo...

El amor muchas veces es toda una sorpresa, no sabemos ni como nos hará reaccionar....

Lindo poema, muy sentido Laura besos :*

Utopía - Ana Calatayud L. dijo...

Hermoso y triste a la vez... me encanta :)
Saludos :3

Estela Menga dijo...

soylaura :
Estoy en deuda contigo, hoy repasè mi blog y veo que no contestè a SIN HUELLAS ....estuve atrasada,pero hoy leyendo èsta poesìa me siento hermanada en su letra y sentimientos ...
Lo dije SENTIMIENTOS ,se siente ....
BACI ....estela menga

Trini Reina dijo...

Sin condiciones. Pero, al parecer no fue suficiente para del miedo apartarlo...

Muy hermoso

Saludos

ANTONIOGUZZO dijo...

En la seguridad darse el amor se obnubila y cuando despierta quizas es demasiado tarde...
Hermoso poema

María Isabel Frutero

María Isabel Frutero
NO SE PUEDE HACER LADRILLOS CON LA POLVAREDA . Laura ORORBIA