Mi paso fue tranquilo.
El vértigo es quien llama a la mujer poeta;
vértigo de muerte en cada esquina
en plan de ahorro previo al paraíso;
el solo de un jilguero enamorado
y el canto de alondra más bello y fatal.
Vértigo de amores que dan vida
con la dicroica luz de un escenario
estado visceral, catárquico, inaudito:
otra esquina
otro mundo
otra ausencia,
un nuevo sitio.
.
& & & Laura ORORBIA & & & diciembre 2014
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